Historia de la Moneda en El Salvador
En la antigüedad solía medirse el valor de las cosas estableciendo un valor comparativo con respecto al objeto más codiciado del lugar. Esto hace comprensible el porqué nuestros antepasados precolombinos utilizaran el cacao como moneda, pues consideraban el chocolate como la bebida de los dioses.
Si bien el trueque fue una forma de comercio que se conservó hasta el presente siglo, el uso del cacao como valor de cambio, data del auge de la civilización Maya. La unidad monetaria del cacao era el Xontle, que estaba formado por 400 almendras de cacao. Posteriormente, los españoles introdujeron en el país el uso de su moneda: el Real. Pero el cacao se siguió usando a razón de 200 almendras de cacao por un real.
Las primeras monedas que circularon en nuestra tierra fueron acuñadas en España, hasta que, finalmente en 1731, se fundó la primera Casa de la Moneda en Guatemala. Sin embargo, las monedas más usadas durante la colonia fueron los llamados macacos o morlacos.
Los macacos eran piezas de plata de forma irregular, acuñadas en Perú o México, en su mayoría, que se cortaban con tenaza y tenían grabadas las columnas de Hércules con la inscripción "Plus Ultra". En grandes cantidades eran aceptadas por su peso en metal más que por su valor nominal. Los macacos se siguieron usando después de la Independencia de los países centroamericanos y el 9 de julio de 1856 se estableció su curso legal.
Al mismo tiempo que los macacos, aparecieron las fichas de finca, que eran una especie de monedas fabricadas de latón. Casi todas tenían forma circular y se diferenciaban entre sí porque tenían grabado el nombre de la finca que las emitía. Estas fichas de finca eran utilizadas para pagar a los colonos por su trabajo y éstos, con las fichas, adquirían en las tiendas de la localidad, los bienes que necesitaban.
Durante el período de la Federación Centroamericana, el sistema monetario colonial no cambió. Se usó el peso de plata, equivalente a 8 reales, como moneda principal, pero se acuñó la primera moneda regional, cuyo objetivo fue conmemorar la Independencia. Los primeros cambios ocurrieron después, cuando el Gobierno decretó la acuñación de una moneda nacional en oro y plata. Las piezas de plata tenían una "R" que significaba "Real" y las de oro una "E" por Escudo.
En 1883, bajo la presidencia del doctor Rafael Zaldívar, se decretó la Primera Ley Monetaria, adoptándose el Peso como unidad monetaria y se descartó el sistema español de división del Peso en 8 reales, estableciéndose por ley el sistema métrico decimal, donde el peso equivalía a 10 reales.
A fines del siglo XIX, aparecen los primeros billetes de banco en El Salvador. Estos pasaron a jugar un papel importante como instrumento de cambio, como unidad de medida del valor de los bienes y como elemento de ahorro. La emisión de los billetes estaba a cargo de bancos particulares autorizados por el Gobierno.
Los primeros billetes salvadoreños fueron emitidos por el Banco Internacional, fundado en 1880. A este banco le fue otorgado el derecho exclusivo de emitir billetes que debían ser recibidos en oficinas públicas. Después, se autorizaron otros dos bancos de emisión: el Banco Occidental y el Banco Agrícola Comercial.
El 28 de agosto de 1892, durante la presidencia del General Carlos Ezeta, se inauguró la Casa de la Moneda. Además, el 1 de octubre del mismo año, como homenaje a Cristóbal Colón, en el IV Centenario del Descubrimiento de América, el Poder Legislativo reformó la Ley Monetaria de 1883, cambiando el nombre de nuestra unidad monetaria de Peso a Colón. Se decretó que su valor con respecto al dólar fuera de ¢2.00 por US$1.00.
En 1919 se decretó la Segunda Ley Monetaria que estipulaba que las monedas desgastadas por el manejo diario serían retiradas de la circulación y las piezas recortadas o perforadas no serían de curso legal. Además, quedaba prohibido usar fichas, vales, etc., en sustitución de la moneda. Esta contravención sería penada por la ley. Asimismo, definía que el Ministerio de Hacienda tendría el control de la circulación monetaria.
El Salvador vivió una época de prosperidad económica en la década de 1920 a 1930. Pero después, la depresión mundial, la caída de los precios internacionales del café y la falta de control en el sistema monetario, traerían como consecuencia la mayor crisis económica de El Salvador.
El país no tenía una institución que técnicamente se dedicara a velar por que la moneda mantuviera su valor y a cuidar de las actividades que realizaban los bancos. Por esta razón, el Gobierno contrató un experto inglés llamado Frederick Francis Joseph Powell, para que analizara la estructura bancaria del país. El Sr. Powell en su informe, concluyó que el sistema bancario debería organizarse con un banco central dentro del sistema tradicional, con funciones de mantener y resguardar la moneda y el crédito y de emitir billetes, teniendo como uno de sus objetivos asegurar el valor externo del Colón, que era la moneda nacional.
Fue así como el 19 de junio de 1934, a iniciativa del Poder Ejecutivo, la Asamblea Legislativa aprobó la Ley de Creación del Banco Central de Reserva de El Salvador, institución que tendría como principal objetivo, controlar el volumen del crédito y la demanda de moneda circulante y la facultad exclusiva de emitir billetes. A partir de su creación, el Banco Central de Reserva fue el único que emitió billetes.
El 31 de agosto de 1934, el Banco Central de Reserva de El Salvador, puso en circulación la primera familia de billetes en la historia de El Salvador, en las denominaciones de uno, cinco, diez, veinticinco y cien colones. A esta familia se le añadió el billete de dos colones, en 1955, y el de cincuenta colones, en 1979.
Estos billetes se fueron modificando por separado, cambiando un poco su diseño o desapareciendo en algunas denominaciones y apareciendo otras nuevas, pero no se volvió a emitir una nueva familia de billetes completa, sino hasta en 1997. Con esta nueva familia se itnrodujo el billete de doscientos colones.
A partir del 1 de enero de 2001, con la entrada en vigencia de la Ley de Integración Monetaria -LIM-, se autoriza, además, como moneda de curso legal en El Salvador, el dólar de Estados Undios de América en el artículo 3 de dicha Ley. Establece la libre circulación de ambas monedas, el dólar y el colón, en los artículos 3 y 5 y estipula el cambio de ocho colones setenta y cinco centavos por un dólar en el artículo 1.
Han transcurrido más de 500 años desde que nuestros antepasados usaban el cacao como su moneda, como su manera de medir el precio de las cosas. La evolución del sistema monetario salvadoreño ha caminado, durante todos estos años, a la par de la transformación de nuestra economía, de nuestra sociedad y de la manera de ver el mundo que hemos tenido en las diferentes etapas de nuestra historia.
Hoy, los salvadoreños nos estamos modernizando para avanzar junto con el resto del mundo, hacia nuevos niveles de desarrollo humano y progreso en todos los campos de la vida.
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